Capas de Pintura
|Bonobo - Kota |
Aún hoy el penetranto olor a pintura pulula por mi cuarto. Ayer, quité la decoración de las paredes, desmonté muebles, saqué libros y tebeos de los más rebuscados parajes en mis estanterías, estornudé en innumerables ocasiones y, tras ataviarme con ropa inservible, me armé con brocha y rodillo para darle capas y capas de pintura a este mi habitáculo habitual. Me manché y salpiqué con pintura pero, tras el esfuerzo, miro hoy y las paredes permanecen impolutas sin mácula ninguna. Los montones de cosas que, tras reordenar las estanterías, se han quedado sin sitio aún están sobre mi suelo abaldosado.
Y en parte es lo que quiero hacer con mi vida, hacer hueco de nuevo, pintar las paredes de mis días y apartar aquello que permanece ahí, ocupando sitio y sin permitir que lo nuevo adentre en mis rutinas cambiando el aspecto general. Por no hablar del aspecto exterior, en mi cuarto tengo tentaciones de cambiarlos aunque no sé como... en mi vida, ya se verá.
Así que, aquí estoy, dando capas de pintura en mi cuarto y mi vida sin saber demasiado bien como darlas.