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El Jueves día Uno de Julio del año dos mil cuatro, Marlon Brando lanzó el último suspiro en un hospital de Los Ángeles, moría de una insuficienta respiratoria, ahogado. Ahora, su rostro desdibujado por la vejez y el sobrepeso, permanece inerte y el cine aún mira atónito como el más grande actor de todos los tiempos nos ha abandonado.
Desde "Un Tranvía Llamado Deseo" hasta "El Padrino", pasando por "Apocalypse Now", "Rebelión a Bordo" o "Último Tango en París", hemos visto a un Brando camaleónico, siempre disfrazado bajo una fachada de rebeldía y de irreverencia, derrochando talento, rebosando carisma. Pero Marlon Brando era más que un icono, era más que el macho americano al que representaba en sus orígenes y era mucho más que Vito Corleone en su ocaso. Brando ha sido y fue una personalidad aparte que siempre marcó moldes en el mundo que le rodeaba, sin doblegarse a los dictados que le rodeaban. |
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