¡Gira!
| Moogwai - Unite! |
En Polonia, en el siglo quince, Nicolás pensó que el mundo giraba. Nunca pudo imaginar a que ritmo. Las cadenas de producción aporrean pulsos, las válvulas de los motores de explosión danzan girando y girando. La ciudad apiña kilogramos de metal y cristal. En torno a ellos, viven roedores, perros, serpientes, aves, sueños y soñadores con forma de hombre.
Es la era del poema algorítmico, del lenguaje científico, es la era de los haces de luz, los compases claros y los ruídos átonos. Los bufidos eléctricos sirven como el tambor de galeras que repica para marcar el ritmo de la danza en las salas de baile. Los cuerpos sudorosos se agitan, braman y golpean el aire, siempre pegados, siempre unidos, al mismo son, moviendo el mundo a ciento seis mil dos cientos kilómetros hora alrededor del Sol, gira que te gira, bailando.
Y yo, girando, girando, soñando, soñando, ni agito, ni bramo, ni a nada golpeo. Permanezco quieto mirando como el mundo se mueve.