Señales
| Fito y los Fitipaldis - Trozos de Cristal |
Hace unos días, cuando perdido por Madrid como de costumbre acabé de rebote en la FNAC en un arrebato de consumismo cualquiera, decidí compar algo más de lectura tras haber finiquitado la novela de Dai Sijie. Cacé al vuelo un libro de Yukio Mishima, uno de Juan José Millás y, por un impulso, un libro de la novelista portuguesa Margarida Rebelo Pinto titulado Nada es Casual.
Y, cuando transportaba mi pequeña pila de libros encabezada por esta novela camino a las escaleras mecánicas para bajar a pagar, me encontré de sopetón a una antigua conocida que de inicio me costó reconocer de lo cambiada que estaba. Charlamos apenas unos instantes, riendo juntos de nuestras bromas en una conversación sin demasiada profundidad. Me comentó que últimamente andaba algo dispersa y las amistades le habían dado de lado, llegando a la situación de ir al cine sola.
Yo miré unos instantes al suelo y miré el título de la novela que llevaba en la mano. No soy muy propenso a creer en las señales ni en los destinos pero, sin pensarlo demasiado, le di mi teléfono y le dije que se sintiera libre de llamarme para tomar un café o para ir a ver alguna de esas películas que había tenido que ir a ver sola.
Ahora pienso que debería haberle pedido yo su teléfono.